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Un siglo de buenas ideas

Por m¨¢s de un siglo, los autom¨®viles han sido equipados con una escobilla para limpiaparabrisas o m¨¢s. La primera se operaba de forma manual: contaba con una manija desde el interior del parabrisas, un cepillo en el exterior y un conector que pasaba a trav¨¦s del armaz¨®n. Poco tiempo despu¨¦s, la escobilla de goma reemplaz¨® al cepillo. En la actualidad, contamos con mecanismos computarizados que perciben la lluvia, comienzan su proceso autom¨¢ticamente y limpian el parabrisas de forma continua sin asistencia, de forma intermitente seg¨²n se elija o autom¨¢tica seg¨²n sea necesario.

Cambios en el clima, cambios en la composici¨®n

Los cambios progresivos en el dise?o, la fabricaci¨®n y la producci¨®n de los limpiaparabrisas y los sistemas de escobillas han sido muy uniformes debido a los cambios estandarizados en la tecnolog¨ªa y los pocos cambios en los elementos b¨¢sicos del clima. La industrializaci¨®n ha liberado ¨¢cidos a la atm¨®sfera que no estaban ah¨ª hace 100 a?os, pero la goma sint¨¦tica, el uso de acero inoxidable y los procesos de galvanizaci¨®n han funcionado bien, a la larga, para eludir un impacto significativo en la confiabilidad diaria con tan solo una proporci¨®n justa en el incremento del costo al consumidor. Sin embrago, los brazos del limpiaparabrisas y las piezas no son indestructibles. De acuerdo con los est¨¢ndares actuales, un sistema de limpiaparabrisas operar¨¢ por, al menos, doce a?os. Los consumidores necesitar¨¢n una posventa de brazos y piezas durante ese per¨ªodo debido al desgaste mec¨¢nico y la exposici¨®n prolongada a los elementos.

Mecanismos electr¨®nicos, menos propensos a tener problemas

Los interruptores, los m¨®dulos, los cuadros de circuito y los motores son los elementos m¨¢s costosos del sistema de limpiaparabrisas. Son m¨¢s confiables, en longevidad, que los brazos, las piezas y las hojas del limpiaparabrisas... superior a los 12 a?os de durabilidad de los veh¨ªculos. Primero y principal, est¨¢n cubiertos de los elementos del clima y no necesitan un mantenimiento regular o contacto f¨ªsico humano. Segundo, con excepci¨®n de los motores o los actuadores, estos no se mueven f¨ªsicamente, sino que manejan de forma pasiva el pasaje de electrones de bajo voltaje. Si el motor falla, es m¨¢s que probable que la falla no sea un problema de conexi¨®n directa, sino m¨¢s bien algo que indicar¨¢ con un ruido que se debe prestar atenci¨®n a algo, tal como un cojinete gastado o un fresado da?ado.

Goma natural y sint¨¦tica

Desde el inicio de la Primera Guerra Mundial (1914), la demanda de productos de goma ha sido fundamental en el crecimiento de la industrializaci¨®n. La escasez debida a cambios geopol¨ªticos en Am¨¦rica del Sur y Asia aument¨® la necesidad de la goma sint¨¦tica. En 1943, dos a?os despu¨¦s del inicio de la Segunda Guerra Mundial, la goma sint¨¦tica con base de petr¨®leo super¨® la provisi¨®n de goma natural. Las hojas de los limpiaparabrisas siguieron en demanda, pero a pesar de los avances, sint¨¦ticas o naturales, las hojas de goma de limpiaparabrisas continuaron sucumbiendo a los elementos de lluvia ¨¢cida, las temperaturas fluctuantes y la fricci¨®n constante.

Problemas m¨¢s comunes de los limpiaparabrisas

La tierra, la grasa y la suciedad se encuentran entre los problemas m¨¢s comunes asociados con las hojas de escobillas. La buena noticia es que la tierra, la grasa y la suciedad se pueden eliminar con una limpieza frecuente con toallas de alcohol o jab¨®n y agua. Una peque?a cantidad de vaselina reforzar¨¢ la oleosidad natural que se pierde en circunstancias normales. Siempre y cuando no espere que las hojas realicen el trabajo de un rascador de hielo, lo sorprender¨¢n por su longevidad, salvo que ocurran da?os inesperados debido a los peligros y al mal estado de la carretera. Aseg¨²rese de eliminar de forma manual el hielo y la suciedad congelada del limpiaparabrisas y de las hojas de la escobilla antes de hacer funcionar el limpiaparabrisas.

Verifique si hay da?os, tales como desgarros, pliegues y fragilidad cuando las escobillas dejen rayas y l¨ªneas finas en el parabrisas y cuando el limpiar las hojas no tenga efecto o cuando las escobillas hagan ruido mientras se mueven a trav¨¦s del parabrisas. Si las hojas est¨¢n da?adas, reempl¨¢celas con repuestos cuando est¨¦n disponibles o con piezas que consiga en la tienda local de piezas automotrices.

Si las escobillas parecen dar saltos a trav¨¦s del parabrisas en velocidades altas o dejan rayas grandes en el parabrisas en condiciones diarias, tire hacia atr¨¢s el brazo de la escobilla e inspecciones los resortes y las varillas. Algunas veces pueden volver a funcionar bien al colocarles un lubricante. En caso contrario, reemplace el brazo o las piezas con un repuesto bueno que consiga en la tienda local. Algunos vendedores le instalar¨¢n las hojas, las piezas y los brazos gratis con su compra.

El contenido de este art¨ªculo se debe utilizar solo con fines informativos y no para sustituir el consejo profesional de un t¨¦cnico certificado. Debe consultar con un t¨¦cnico certificado si tiene preguntas espec¨ªficas o dudas en relaci¨®n con algunos de los temas que se tratan aqu¨ª.